Esta situada a unos 300 m al este de la iglesia parroquial, en un paraje dominado por tierras de labor y algunos huertos.  



El templo se alza sobre una suave loma en la que aflora una pequeña masa rocosa, encima de la cual asientan sus propios cimientos.

Se trata de un edificio del siglo XII o principios del XIII.

Su estructura de nave única y ábside semicircular experimentó en los siglos XVIII y XIX algunas reformas que desvirtuaron su aspecto original. Por entonces fueron recrecidos todos los muros y eliminada la primera línea de cornisa con sus correspondientes canecillos románicos. Desapareció también el primitivo desnivel que había entre el tejado del ábside y el de la nave, el cual se intuye todavía por algunos canecillos lisos que se han conservado. El espacio de la nave se alargó hacia los pies, cerrándose con una espadaña construida en 1846.



 En el muro sur de la nave se encuentra la portada de acceso, formada por dos arquivoltas lisas de medio punto separadas por una moldura de nacela y guarnecidas por una chambrana de similar corte.



 En el interior, la nave se cubre con una techumbre de madera y la capilla mayor con un artesonado poligonal que sustituyó probablemente a una primitiva bóveda de cantería. Comunicando ambos espacios se abre un arco triunfal ligeramente apuntado que descansa sobre dos semi columnas provistas de capiteles decorados con volutas muy

geometrizadas entre las que disponen piñas y hojas invertidas. Los cimacios presentan tallos ondulantes a modo de roleos y esquemáticas palmetas.

Todas estas tallas que por su técnica y estilo pueden fecharse a finales del siglo XII o principios del XII, cronología que también se puede asignar a esta ermita.


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Ermita Virgen del Barrio

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